Cartas a Patty

Patricia Eastman
Fecha: Sat, 2 Aug 2008 22:51:22 +0000

Querida Jenny: Me alegro que estés mejor. Me mandaron una película de Miraflores, San Isidro, la costa, que me ha hecho moquear como loca. Acabo de cortar con Gloria que quiere venir a verme y no le alcanza ni para el pasaje. Carlos perdido hace 10 días entre Ecuador y el Señor de Sipán. En fin, te mando un beso grande, Pat.

Guardo algunos de sus correos desde el día que se fue a Argentina a reunirse definitivamente con su familia. No sé por qué los guardé, probablemente para no perderle el rastro.

Espero no cometer ninguna infidencia (no lo creo) al publicar la comunicación que tenía conmigo. No publico mis respuestas porque no las considero importantes.

Conocí a Patty cuando ingresé al Teatro de San Marcos, calculo que en 1997. Para entonces era la diseñadora y vestuarista, que nosotros, los del elenco amateur, mirábamos con cierta lejanía. La primera vez que cruzamos palabra, la recuerdo bien, fue una tarde en que estábamos sentadas en un banco de madera que se encontraba en la puerta del foyer y yo no tenía muy claro el detalle de su trabajo.

- ¿Dónde consigues esas telas tan especiales?
- En Gamarra – dijo, sin prestarme mucha atención.
Parecía que esperaba algo sentada allí. Yo no recuerdo lo que hacía a su lado.

- ¿Y todos esos detalles que les pones al vestuario?
- En la Parada, o a Gloria se le ocurre algo, qué se yo.
Gloria cosía con mucha dedicación y cuidado el vestuario que Patty diseñaba.

- A mi me gusta mucho eso de buscar cosas para el teatro. Antes he trabajado en producción.
- ¿En serio? – volteó a mirarme- Éste trabajo no es fácil nena, no te lo creas. Ir a caminar horas por la Parada y Gamarra no es divertido.
- No, no quise decir eso…me imagino que debe ser difícil, pero me gusta, cuando quieras avísame yo te puedo acompañar.
- Bueno- musitó.
Tuve la impresión de haberla molestado así que me fui.

Desde entonces ha pasado mucho tiempo y hoy he vuelto a Miraflores querida Patty, muy cerca a la misma avenida, a la misma casa y a la costa que te gusta tanto. He vuelto, no sé si por comodidad, por el recuerdo, porque hice varios amigos o sólo por saber que estoy cerca al mar.

Yo también he moqueado mucho como una loca, por varios motivos que seguro ya imaginas. Y sí; ya estoy mucho mejor. El tiempo ha pasado, hay algunas marcas más en mi historia, que no es mucha -no por el tiempo, sino por lo no vivido- pero que recojo de vez en cuando para no olvidar. Y eso precisamente puede ser lo que ahora estoy haciendo.

Prometo volverte a escribir, pero no…dejar de llorar. Stop.